Un trasplante de cara es un injerto de piel que implica reemplazar alguna parte de la cara de un paciente por la cara de un donante fallecido.
Proposito
Podrían beneficiarse del procedimiento las personas con malformaciones faciales a causa de quemaduras, traumatismos, enfermedades o malformaciones congénitas.
La alternativa a un trasplante de cara es trasladar la propia piel de la espalda, nalgas o muslos del paciente a su cara en una serie de muchas operaciones para recuperar las funciones normales, aunque claro está, limitadas. Esta manera da como resultado una cara con escasa o nula movilidad y sin sensibilidad, a menudo comparable con una máscara.
Cirugía y tratamiento post-operación
El procedimiento consiste en una serie de operaciones que requieren equipos de especialistas que vayan alternándose. Teniendo en cuenta el tipo de tejido, edad, sexo y color de la piel, se quita y se sustituye la cara del paciente (incluida la grasa subyacente, los nervios y los vasos sanguíneos, pero ningún músculo). La cirugía puede durar entre 8 y 15 horas, seguidas por una estancia en el hospital de entre 10 y 14 días.
Un equipo médico extraería la cara del donante, en muerte cerebral con latido cardiaco, mientras simultáneamente el otro prepararía los vasos sanguíneos y las estructuras que se van a reconstruir del paciente receptor . Tras ello habría que conectar el rostro del donante a ocho vasos sanguíneos, cuatro arterias y cuatro venas del receptor, para que la piel reciba la sangre con el oxígeno y los nutrientes que necesita. Esta misma operación sería necesario realizarla con los nervios que controlan los movimientos faciales de la cara y la capacidad sensitiva.
Después del procedimiento es necesaria la toma de medicamentos durante el resto de la vida para suprimir el sistema inmune propio del paciente y para prevenir el rechazo. La inmunosupresión a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar infecciones peligrosas, dolor de riñón y cáncer. La cirugía puede dar lugar a complicaciones tales como infecciones que harían que la cara se volviera de color negro, y requerirían un segundo trasplante o reconstrucción con injertos en la piel. Los efectos psicológicos del procedimiento pueden incluir remordimiento, decepción o pena o culpabilidad hacia el donante.
El trasplante no da a la cara del paciente el aspecto de la cara del donante difunto porque la musculatura y los huesos subyacentes son diferentes. Los movimientos faciales son provocados por el cerebro, así que la personalidad expresada con la cara recuerda a la del paciente. El donante sólo transfiere la piel de la cara, no la forma tridimensional ni la personalidad que expresa.
Uno de los transplantes realizados
Un equipo del Centro Médico Langone de Nueva York (EEUU) ha realizado el trasplante de cara más completo y complejo llevado a cabo hasta ahora. El receptor ha sido un bombero de 41 años que sufrió importantes quemaduras en el rostro en septiembre de 2001 mientras intentaba salvar a una mujer en un incendio.
La cirugía fue realizada el pasado 15 de agosto durante 26 horas y contó con la participación de más de cien profesionales, entre médicos, enfermeras, técnicos y personal de apoyo, dirigidos por el doctor Eduardo D. Rodríguez.
Según informan desde el centro médico, la intervención ha proporcionado a Patrick Hardison de Senatobia, Mississippi, una nueva cara, además de cuero cabelludo, orejas y los canales auditivos, porciones de hueso de la barbilla, las mejillas y la nariz entera. También ha recibido nuevos párpados y los músculos que controlan el parpadeo, ya que antes era incapaz de cerrar los ojos por completo.
David Rodebaugh, quien murió a los 26 años en un accidente de bicicleta, fue el donante |
El doctor Eduardo D. Rodríguez ha explicado: "cuando conocí a Patrick y escuché su historia, sabía que tenía que hacer todo lo posible para ayudarle, y todos los miembros de mi equipo se sintieron lo mismo. Su cirugía establece nuevos estándares en el trasplante facial y servirá como una herramienta de aprendizaje increíble. No podríamos haber ayudado a Patrick sin un increíble trabajo en equipo". El enfermo resultó herido en septiembre de 2001 en Mississippi, unos días antes de los ataques del 11 de septiembre. Tras entrar en una casa en llamas para realizar un rescate, el techo se derrumbó sobre él, y sufrió quemaduras que le desfiguraron toda la cara, la cabeza, el cuello y parte superior del torso. Perdió los párpados, las orejas, los labios y la mayoría de la nariz, así como el cabello, incluyendo las cejas.
El enfermo resultó herido en septiembre de 2001 en Mississippi, unos días antes de los ataques del 11 de septiembre. Tras entrar en una casa en llamas para realizar un rescate, el techo se derrumbó sobre él, y sufrió quemaduras que le desfiguraron toda la cara, la cabeza, el cuello y parte superior del torso. Perdió los párpados, las orejas, los labios y la mayoría de la nariz, así como el cabello, incluyendo las cejas.
Después de más de 70 cirugías previas, Patrick fue remitido al doctor Rodríguez para evaluar la posibilidad del trasplante de cara. El doctor fue se incorporó al Centro Médico Langone para dirigir un departamento, desarrollar el Programa de Trasplante de Cara y entrenar a un equipo de expertos. En ese tiempo Patrick estuvo bajo sus cuidados. Después de más de un año de preparación para el procedimiento, el doctor Rodríguez y su equipo finalmente llevaron a cabo la intervención.
Sólo tres meses después de la cirugía, Patrick evoluciona bien y se está reincorporando de forma rápida a sus rutinas diarias, según informa el centro médico, a pesar de lo cual, tendrá que realizar terapia de rehabilitación durante algún tiempo para mejorar su fuerza y el habla y deberá tomar terapia inmunosupresora de por vida para no rechazar el trasplante.
"Estoy profundamente agradecido a mi donante y su familia", ha señalado. "A pesar de que no sabía quiénes serían, recé por ellos todos los días, a sabiendas de la difícil decisión que tendría que hacer para ayudarme. Espero que vea en mí la bondad de su decisión. También quiero agradecer al doctor Rodríguez y a su increíble equipo, que me han dado más de una cara nueva y una nueva vida", añadió.
El donante fue David P. Rodebaugh, un mecánico de 26 años, que falleció en un accidente de bicicleta en las calles de Nueva York y cuya familia decidió donar sus órganos.
Patrick Hardison un bombero de EEUU antes y despues del transplante de cara |
que interesante y benefico resulta estas operaciones aunque un poco caras pero ayuda a las personas a sentirse bien con sigo mismo fisicamente y mentalmente.sigan publicando que es una pas muy muy interesante
ResponderEliminarSi ea verdad yo no sabia nada de esto hasta que visite este blog por que me lo recomendaron
Eliminarque bueno que ahora se pueda hacer estas operaciones.
ResponderEliminarpubliquen mas que es un blog incomparable
esta si no me la sabia me parece excelente patra las personas que han sufrido quemaduras graves
ResponderEliminarojala que se logre reducir el rechazo lo de los transplantes
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